5 peligros en los desodorantes (y 3 soluciones naturales)

Ciertos ingredientes que se encuentran en los desodorantes son potencialmente dañinos. Se pueden evitar con fórmulas naturales seguras.

La bióloga Heather Patisaul, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, advierte que los compuestos químicos potencialmente dañinos que se encuentran en los desodorantes y en los cosméticos alcanzan el torrente sanguíneo de manera más directa que si los ingiriéramos.

Una vez dentro del cuerpo se acumulan, por ejemplo, en el tejido graso de la axila donde se acoplan a receptores hormonales y desencadenan alteraciones que podrían terminar, incluso, en cáncer.

Por otra parte, estas sustancias amenazan también el equilibrio de la microbiota que habita en la piel y que es imprescindible para su buen estado.

Según un estudio publicado en la revista PeerJ , las personas que no usan desodorantes químicos tienen colonias de Corynebacterium que son responsables del mal olor corporal, pero que también protegen de los patógenos.

En cambio, las personas que usan desodorantes apenas tienen bacterias y estas son de la familia de los Staphylococcaceae , que pueden ser tanto beneficiosas como perjudiciales.

Tóxicos presentes en los desodorantes convencionales

La doctora Patisaul alerta del peligro que suponen estas cinco categorías de ingredientes comunes en los productos comerciales convencionales (sin certificación natural o ecológica).

1. Parabenes conservantes y ¿cancerígenos?

Son conservantes que pueden interferir con las hormonas femeninas. Hace unos años se descubrió que estas sustancias aparecían concentradas en las muestras de tejido canceroso.

No se ha podido establecer una relación de causa efecto, pero el hecho de que estos conservantes sean también disruptores hormonales resulta por lo menos sospechoso. Es mejor evitarlos y muchos fabricantes ya los han eliminado de su composición.

2. Sales de aluminio, eliminan el sudor y las bacterias

Se utilizan para reducir la cantidad de sudor, pero causan inestabilidad en los genes del tejido mamario y alteran las poblaciones de microbiota cutánea.

Aunque los investigadores no han determinado que sean cancerígenos conviene reducir o eliminar su consumo.

3. Triclosán, antibiótico y hormonal

Es una sustancia antibiótica que se relaciona con la aparición de resistencias bacterianas y actividad hormonal anormal, según se ha podido comprobar en estudios realizados con animales.

Se encuentra también en jabones, productos contra el acné y dentífricos.

4. Ftalatos, disruptores endocrinos

Estos compuestos son disruptores endocrinos que interfieren con la testosterona (en hombres y en mujeres) y afectan al sistema nervioso.

Son capaces de reducir el potencial de fertilidad e, incluso, en caso de embarazo, afectar al desarrollo del feto. Se han relacionaco con menor cociente intelectual y mayor riesgo de sufrir asma.

5. Fragancias desconocidas

Es prácticamente imposible saber qué se esconde detrás de este identificador genérico en las listas de ingredientes. Lo más probable es que sean derivados del petróleo, que pueden ser ftalatos u otros compuestos potencialmente alergénicos e irritantes.

Cómo preparar tu desodorante en casa

Los productos ecológicos y las preparaciones caseras son una opción más segura que los desodorantes de supermercado o droguería.

  • Con bicarbonato: mezcla 1 g de bicarbonato en unas gotas de agua (sin que llegue a disolverse del todo) y aplícalo en las axilas.
  • Con limón: el ácido cítrico del jugo de limón elimina el exceso de bacterias que causan el olor. Solo tienes que pasarte una rodaja fina.
  • En pasta: mezcla 30 g de harina de maíz, 30 g de bicarbonato de sodio y 5 cucharadas de aceite de coco. Obtendrás una pasta desodorante.

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